miércoles, 14 de mayo de 2014

ECUADOR

1RA PARTE

Montañita.
Happy Brownies and Happy Mexican´s.


Continuando con la ruta me encuentro en el meridiano más importante del mundo, el que lo parte, del que mucha gente habla por ser parte fundamental en la tierra. Si el amanecer y atardecer se adelantaran o atrasaran habría un cambio considerable en el clima de la tierra o tal vez las teorías acerca del fin del mundo podrían empezar hacerse realidad.
Todos los días amanece a las 6:30am y la noche comienza a caer a la misma hora doce horas después.
Ecuador es un país que lo tiene todo y que afortunadamente no está tan explotado como otros. Aquí la gasolina es una de las más baratas del continente, lo que hace que la mayor cantidad de productos, derivados del petróleo sean muy económicos. La moneda nacional es el dolar, en todo el país se cultivan semillas, frutas, etc. 
Platicando con unos amigos extranjeros, les decía que si Ecuador tuviera una explotación mayor respecto a la gastronomía, podría llegar a ser tan  importante como México y Perú a nivel continente, quizás competiría a nivel mundial con algún otro país de Asia. Ecuador lo tiene todo, se puede sembrar cualquier tipo de alimento, porque tiene todos los tipos de clima en diferente partes del país.

Crucé la frontera de Rumichaca y comencé a impresionarme, en primera porque parece que en Ecuador no hay  policía, solo los antinarcóticos, creo que siguen pensando que Pablo Escobar sigue vivo, porque  te revisan hasta los calzones. Pasando la frontera y en la frontera misma, me comenzaron a revisar, en total me encontré con tres  revisiones, dos de ellas me hicieron bajar del autobús que iba rumbo a Quito. Fue  bastante incómodo, porque el problema no es que te  revisen, el problema es que te hagan sacar todas las cosas de tu mochila y ordenarlas de nuevo no es tan fácil. Del autobús de Cali a Ipiales pague $40,000 pesos colombianos, convirtiédolos a dolares, son $20. La magia de economía en Ecuador  volvía a sorprenderme, hice un viaje de día y medio para llegar a montañita desde Cali, lo increíble es que por un día de viaje en Ecuador pague solo $19 dolares.



Luego de un viaje bastante cansado llegué a Montañita, para encontrarme también con el Victor. Otro mexicano amigo de Villahermosa, todo un personaje, aunque no nos conocíamos en persona, solo por línea, la sorpresa fue  buena, inmediatamente parecía que nos conociéramos de años. Me uní al camping donde se hospedaba, parecía hotel de diamantes, pero en la selva. Demasiada vegetación y el mejor ambiente que podía esperar, Victor ya tenía grupo selecto de amistades, la mayoría argentinos, chilenos, algunos colombianos y otros Uruguayos. Un grupo bastante bueno, pareciera una tribu familiar bastante amigable y con ganas de compartir el viaje y la experiencia de estar alojados en Montañita.
Pase cuatro días en la costa pacífica de Ecuador. Olas impresionantes diariamente, todo el tiempo surfistas en el agua, el ambiente playero en su máxima expresión. Fiesta todos los días, ni que decir del trabajo.
Victor ya tenía negocio amplio con el grupo de amigos que había hecho, yo necesitaba trabajar en algo para hacer algo de dinero y no gastar mucho ahí, así que nos unimos como buenos carnales e hicimos tacos. Tacos mexicanos, que mas bien eran  burritos, pero da igual, si la gente te ve de sombrero y con la bandera mexicana en playa, para ellos ya eres mexicano. Así que ese fue nuestro trabajo por un par de días durante el día, mientras que en la noche la nevera de los tacos ofrecía otra gastronomía. 
Happy Brownies, vaya que se vendían bien, por cinco dolares la gente podía ir hasta Brasil en un viaje de al menos cuatro horas que durara el efecto de pequeño pastel. Además Victor ayudaba con el atuendo y las canciones que tocaba para que la gente se animara a comprar.










Jamás tuve la oportunidad de estar en el Pacífico mexicano, no puedo hacer una comparación o decir cual es mejor, porque no conozco esa parte de México, pero lo que si puedo decir es que el atardecer visto desde esta parte del Pacífico es verdaderamente impresionante y eso que me tocó verlo nublado, no quiero pensar en lo que debe ser cuando el cielo está despejado, es una locura de la naturaleza.





Después de Montañita me vine a la Sierra de Ecuador, llevo casi un mes aquí, donde hasta ahora considero esta parte como la mejor de mi viaje, vale la pena esperar la siguiente entrada, porque les aseguro será larga y tendida, hay muchas cosas por contar, como también mucho por ver. Alausí se a vuelto mi hogar, con el también he podido encontrarme con una familia de buenos amigos. 
Así que esperen la siguiente entrada que ya verán de lo que trata...


Continúa...


Kevin J. Carranza González.

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