Ciao Bogotá.
Voluntario en Cali.
Cerro de las Tres Cruces.
Se han quedado nuestros últimos pasos por Bogotá. Hemos podido recorrer lo mas importante que podíamos considerar necesario para conocer. Pasamos los últimos días en un Hostal llamado "Casa Bella Vista", después de habernos cambiado de Fátima.
Casa Bella Vista esta en el Barrio la Candelaria, frente a plaza del Chorro; mejor ubicación no habíamos podido tener, en este hostal ustedes pueden hospedarse por $9dls en dormitorio compartido, tengan la seguridad de que van a sentirse como en casa. Quién los recibe en Don Gerardo, es como el padre de la familia y quien los puede aconsejar por donde guiarse en Bogotá, también está su esposa, que para el desayuno ustedes podrán escuchar siempre esa pregunta que nuestras madres siempre dicen. "¡HIJO! ¿quieres que te prepare el desayuno?" (siento hasta nostalgia por recordarlo). Eso podrá confirmarles que están como en casa. También tienen una perra hermosa llamada Maya y es literalmente un miembro mas, no solo de la familia sino también de quienes pasamos días en ese lugar.
Los colombianos tienen un sistema de comunicación a nuestro parecer no muy bueno, el internet falla en todos lados constantemente. Sin embargo los precios de llamadas están muy por debajo de los mexicanos, aquí se puede hacer llamada de cualquier caseta humana por solo $200 pesos colombianos, en mexicanos son cerca de $1.50 y en dolares dos centavos seguramente. Al referirme a caseta humana, quiero decir al tipo colombiano parado en alguno o muchos puntos de la ciudad con un chaleco casi antibalas forrado con celulares que se extienden con un cable o reata para darle alcance de hasta dos metros a la persona que quiera hablar y no ser escuchada. Es común ver en varias partes del centro personas así, rentando minutos de llamadas a bajo costo y lo que a nosotros pudiera parecernos clandestino, es algo realmente legal y común en Colombia.
En esta parte de Sudamérica se pueden ver también los típicos chicos dando show en uno de los lugares de mas concentración de gente, pueden ser plazas, calles o avenidas. Para nosotros los mexicanos es común ver a estos tipos pintados de la cara y con un traje bizarro al que llamamos y ustedes conocen como payasos; a diferencia de México es que aquí son personas sin disfraz y el show es destinado solo para gente adulta, acá es solo "Stand up". No tienes que ir al teatro para verlo, puedes hacerlo en la calle.
Definitivamente se puede ver que por este país también estuvieron los españoles, hay edificaciones muy similares a las del zócalo de la ciudad de México, es todo colonial, se puede ver cerca el palacio de Gobierno y otras sedes gubernamentales colombianas.
Alguna vez viendo videos de Salsa de mi padre, recuerdo escuchar al conductor presentar el Festival que en ese momento estaba viendo, desde la Capital de la Salsa. Algún otro día pensé si podría estar en ese lugar...
Nací en una familia que todo el tiempo escucha salsa, mi padre toca cualquier tipo de instrumento y lo que regularmente escuchaba de el era la guitarra y los bongos. Además cuando eramos chicos, mis hermanas y yo. Recuerdo que nuestras salidas en familia eran a bordo del taxi de mi papa por la ciudad, escuchando todo el tiempo salsa. Grupos como Niche, Guayacán, La Ponceña, El Gran Combo, Hector Lavoe, etc. Agreguenle a esto que mi madre es casi negra, que le gusta bailar y cantar canciones de Celia Cruz y todo lo que sea salsa también y la familia de mi madre tiene descendencia cubana.
Llegamos a Cali el 5 de abril. El aire que se respira en esta ciudad es muy diferente al de Bogotá, aquí la gente para empezar es mayormente negra, se escucha y baila todo el día salsa (literalmente). Por algo se le conoce como "La Capital de la Salsa". Es increíble ver bailar niños de apenas diez años como profesionales, ni que decir de los grandes. El segundo día de estar aquí, fuimos a un lugar llamado "Topa Tolondra", teníamos la boca abierta de ver los bien que bailan los colombianos en esta parte.
La gente negra en este lugar y creo que como en todos es un punto y a parte, son excepcionalmente artistas por naturaleza, ver gente negra caminando dibuja en mi una sonrisa y un interés profundo de saber acerca de ellos. Tal vez sea de familia. Imaginen Cali como un barrio de negros en una película de Holliwood, la diferencia es que acá no van a verlos matar gente, sino riendo y bailando por todas partes y el barrio seguramente será diez veces mas grande. Tal vez exagero un poco pero me parece mucha la influencia negra que hay aquí.
Estamos haciendo nuestro primer voluntariado en el viaje. Llegamos a "Maison Viollette", un hostal bastante lindo y grande, donde Lionel y su esposa Katherine nos dan la bienvenida, hemos conocido a Jamie, otro voluntario de Nueva Zelanda y Alex, un alemán cliente del hostal. Hacemos un buen cuarteto que siempre jala para un lado u otro, salimos a bailar salsa juntos, a comer o hacer alguna otra actividad. Es parte del viaje ir conociendo gente que se vuelve familia por unos días o quizás todo el viaje.
Nuestro trabajo en el Hostal consiste en limpiar pisos, hacer cuartos, aportar algo de creatividad posible para darle una mejor imagen al hostal, etc.
Pasados los días, activamos y concretamos los tres voluntarios para subir al "Cerro de las 3 Cruces". Tal vez se pregunten porque el nombre.
Según lo que me pudieron contar es por un demonio que vivía en otro cerro en Cartagena; la leyenda cuenta que se llamaba "Buziraco". Podría contarles la historia, pero seguramente tendría que hacer tres entradas más, asi que les dejaré el link de la leyenda donde pueden saber la historia que cuenta san Wikipedia y es similar a la que me contaron aquí. http://es.wikipedia.org/wiki/Cerro_de_las_Tres_Cruces
Tardamos entre dos y tres horas en subirlo, el camino es todo lleno de rocas y tierra deslavada, lo que hace un poco complicado la subida. Pero si vienen a Cali en plan de escalar algún lugar, Cerro de las Tres Cruces es una excelente opción. Lo mejor de todo es la palabra mágica "GRATIS".
Nos queda una semana más en Cali. Nuestro voluntariado en el Hostal concluye el 20 de abril. Aún hay mas por contar acerca de Colombia. Lo único que puedo agregar es que me siento como en casa, no extraño México por que este país es como el mío, a Cali solo le hace falta la casa de mis padres y ellos para sentir creer que verdaderamente estoy en el puerto.
Eres hermoso Colombia, gracias a toda la gente que comparte con nosotros este viaje, a la gente que nos este leyendo y siguiendo, a los que conocimos hoy y los que se han ido o se van mañana. Todos vamos formando parte de este sueño. De mi sueño y de todos los viajeros que vamos encontrando por el camino.
Continúa...
Kevin J. Carranza González.
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